domingo, 10 de septiembre de 2006

Hablar con propiedad

Es cierto que mi vesania es amplia, pero realmente sos demasiado sibilino. A veces creo que sos solo un sicofante mas, flotando en este espacio sidereo.
Sigilaste tantas cosas que ya no puedo ver nada... es tan grande mi ablepsia!
Sos un babieca; y yo que pensaba llevarte a mi bello vergel, muy vernal en estos dias, por cierto...
Y de esta pura simiente nace una sinaleta abisal que nadie podrá ya quebrantar...
Estoy abotagada de tantas infamias, inconexas e incongruentes. Te me prendiste del cuello como una sierpe y ahora estas ahí, como si nada, siempre silente y taciturno, armando de tus simulacros para poder ser.
Logicamente vas a abdicarme y yo voy a quedarme, como siempre, aquiescente, porque no me queda otra. Tu cabeza que se cree especial como ninguna y yo que ya te veo increiblemente banal, sin sonrisa, ni rostro pulido por mariposas color celeste oscuro tirando a rojizo (medio sangre).
Deberás sentir ahora, una especie de bálsamo, yo seguiré llevando la misma mochila, aunque ya un poco mas pesada, una que no voy a dejar, a menos que me hagan actuar cabalmente; y vos, por supuesto, resultaste incólume en todo esto.